No inviertas en vos mismo
Estaba leyendo Twitter Finanzas y vi que le hicieron la típica pregunta de “en qué invierto” a un tuitero conocido, aclarando que era una persona joven, a lo que respondió que era mejor que no pensara en eso e “invirtiera en sí mismo”.
Voy a explicar por qué esa idea es absurda desde múltiples puntos de vista.
Soy bastante pesimista con las recomendaciones en general porque no existen como tal. “¿Invierto en esto o en aquello?”, “¿qué es más seguro, Android o iOS?”, “¿es mejor usar apps o webs?”, “¿tengo que usar VPN?” Todas estas son preguntas que son imposibles de responder en sí; la respuesta siempre es DEPENDE. Cada persona es única, y para cada individuo la respuesta es distinta. Además para la misma persona la respuesta puede cambiar mañana. Por eso en sistemas no aprendemos respuestas, sino el arte de entender los requerimientos y llegar a las soluciones posibles.
Voy a comenzar cuestionando la idea de “invertir en vos mismo” con una idea muy básica: la cantidad de conocimiento gratuito en internet es literalmente infinita. ¿Qué te impide utilizarlo? Saber cómo encontrarlo y aprovecharlo, y el hecho de que solo tenés un cerebro y 24 horas al día. ¿Cuánto dinero podés invertir en vos mismo realmente? Bastante poco.
Llevemos la situación al absurdo: si le doy 1 millón de dólares a alguien de 15 años, ¿cómo los invierte en sí mismo? ¿Busca las universidades más caras del mundo y se inscribe en varias carreras al mismo tiempo? ¿Cuál sería el sentido de eso? Siempre hay un punto en el que lo que estás pagando ya no es educación ni tenés la capacidad de retener tanto. Además, el beneficio de conocer gente tampoco es para todo el mundo; quizás para vos sí, pero para muchos no. O sea digamos, todo muy lindo pero que no te tomen de boludo tampoco.
En varios países hay un problema con el hecho de que mucha gente “invirtió en sí misma” demasiado y el retorno de la inversión no fue el esperado, y ahora están endeudados. Yo creo en estudiar lo que quieras y te interese, pero siempre debés saber que nada te garantiza que eso “sirva” para algo, ni nadie debería garantizarte tal cosa. Lo más importante para hacer plata no es aprender un millón de cosas, sino tener la constancia de perseguir una e iterar.
Lo más valioso que tiene una persona es su tiempo; lo que tenés que “invertir en vos mismo” es, sobre todo, tiempo, no guita.
Alejar a una persona joven de invertir es criminal, porque la ventaja que tiene en tiempo es fabulosa. Es tan así que lo ideal es que LOS BEBÉS inviertan.
Por ejemplo, si cuando alguien nace le donás 100 dólares todos los meses, poniendo todo en la bolsa y Bitcoin, cuando cumpla 18 años, gracias al interés compuesto, va a tener casa propia. Imaginate la ventaja que tiene un pibe que durante el resto de su vida solo va a tener el gasto fijo de alimentarse y pagar internet.
Lo mejor que puede hacer alguien joven y sin capital es chocarse contra la pared, pero conscientemente. Tirar guita a problemas sin pensar no es la mejor idea. Así como recomendarle “ir a lo seguro” es una mala idea, también lo es chocarla porque sí.
Los valores del ahorro y la inversión son útiles incluso sin tener nada. Si no pensás en eso antes de tener algo, cuando lo tengas no vas a saber gestionarlo (Investiga cómo termina la mayoría de los que ganan la lotería, o los países que tienen plata infinita en el piso y la chocan). Si no sabés nada de inversión y no tenés experiencia alguna, es cuestionable incluso que te sirva de algo trabajar. Así es como ves a gente que laburó 45 años, se jubila y siente que lo cagaron.
A los 13 años me interesé mucho por la economía y entender por qué teníamos inflación. Me sorprendió ver que el problema era bastante estúpido. Buscando qué cosa tenía una emisión y demanda estables aprendí sobre el oro y desde ese momento empecé a comprar oro, pero después me di cuenta de que era estúpido que yo invirtiera en eso si solo tenía 13 años y ganaba 50 dólares al mes. No tenía capital que proteger. Ahí fue cuando me di cuenta de que lo mejor era apostar todo a algo riesgoso, y metí todo en Bitcoin. Desde ese momento, cada centavo que ganaba lo usaba para comprar más Bitcoin, y no importaba si se iba a 0, justamente entendí mi ventaja: tengo 13 años, no pasa nada.
En esa época, también me metí en la timba y las apuestas online, y gané y perdí mucha guita. Ahí entendí lo maravilloso que me había pasado: tuve la sensación de un viejo de 50 años que apostó la casa en el casino, pero 40 años antes y sin pegarse un corchazo, lo que me dio una capacidad de entender los riesgos diferente a la de mis amigos, un conocimiento invaluable, obtenido mucho más temprano y a un precio infinitamente más bajo.
No le preguntes a alguien que ya ganó qué hacer, tus ventajas son otras. Experimentar es lo que más retorno tiene en la vida, y es ahora cuando más barato es para vos.
Compra barato, vende caro.
La gente aprende las cosas viviéndolas en carne propia. En las sociedades donde la acumulación de capital no está protegida, el capital no existe, no porque la gente lo pierda, sino que ni siquiera llegan a intentarlo. Si no entendés cómo funciona el mercado, no vas a poder visualizar tu camino hacia lo que querés lograr y ni siquiera vas a saber lo que querés.
Esto es trasladable a todo, por ejemplo con el cuerpo pasa lo mismo, no se trata de qué rutina es mejor, es literalmente entender el principio de sobrecarga progresiva y poder visualizar la proyección en el tiempo con tu mente. Si no, no vas a entender para qué verga hacés lo que hacés.